Autor: Jose Miguel Cejas.
Josemaría Escrivá gastó los mejores años de su juventud atendiendo a los enfermos de los hospitales públicos de Madrid; a los niños y personas necesitadas que se hacinaban en las corralas y en las chabolas que rodeaban la periferia de esta ciudad durante los años veinte y treinta; a universitarios, obreros, artistas y personas de todo el entramado social.
Una de las capillas de la Catedral de la Almudena está dedicada a Josemaría Escrivá, que se sintió siempre muy unido a la Virgen de la Almudena. Este opúsculo describe mediante imágenes y textos esta capilla.
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