Códice de San Isidro

Códice de San Isidro

El códice de San Isidro o Códice de Juan Diácono es un manuscrito del siglo XIII en pergamino de 28 folios de 30 cm alto por 20 de ancho, datado en torno al año 1270. Se compone de dos partes y unos añadidos del siglo XV. En 1421 y 1426 se agregaron en castellano y latín respectivamente dos certificados de los hechos milagrosos atribuidos al santo. Está compuesto por tres pliegos o cuadernos rayados con punzón que difieren entre sí.

El primero que analizó con detalle el manuscrito fue el jesuita P. Fidel Fita, más tarde fueron D Manuel Díaz Díaz catedrático de la Universidad de Santiago y Don Nicolás Sanz Martínez archivero de la Catedral de Madrid quienes en 1983 con motivo del centenario del nacimiento del santo realizaron un estudio más pormenorizado del códice. Finalmente Tomás Puñal doctor en Historia Medieval retomó la investigación profundizando en la figura de San Isidro y la relación existente entre el códice y el arca funeraria del siglo XIII donde reposaban sus restos.

El códice es una hagiografía no una biografía al uso. Ofrece reseñas e información sobre su vida y detalla los milagros obrados por su intercesión. La obra está escrita por dos escribas diferentes pero considerada de un mismo autor diferenciando la autoría del proyecto y el que materialmente lo escribe. El problema radica en sí fue escrito por Juan, un diácono de la iglesia de Santa María de la Almudena más tarde arcipreste de Madrid; o bien, si fue escrito por Juan Gil de Zamora preceptor del Infante Don Sancho hijo de Alfonso X y futuro rey Sancho IV. El primero trabajó en la iglesia mayor de Madrid probablemente regida por canónigos benedictinos en el siglo XIII y el segundo estuvo durante los años 1270-1275 en un convento franciscano en Madrid siendo diácono de la iglesia de san Andrés donde reposaba el cuerpo de san Isidro. Aunque el Padre Fita se decanta por la autoría de Juan diácono la doctrina actual considera a Juan Gil de Zamora autor del manuscrito.

Juan Gil de Zamora profesó en la orden franciscana en 1270. Se estableció en Madrid en 1271 y en 1275 se trasladó a Paris para completar sus estudios de teología volviendo a la ciudad en 1276. El viaje marca cronológicamente las dos partes del códice, bien pudo escribirlo antes de su marcha pues permaneció en la ciudad el tiempo suficiente para escribirlo, o bien pudo retomarlo a su vuelta. Siendo diácono de San Andrés conoció vida de San Isidro y probablemente recogió la tradición oral de los madrileños. Fue un gran erudito y humanista que compiló las tradiciones marianas y la vida de santos para la corte del rey Alfonso X el Sabio. Su extensa obra hagiográfica formó parte de un complejo y amplio trabajo sobre la vida de santos titulado “De Viribus Ilustribus” pudiendo el manuscrito formar parte de esta obra enciclopédica. Estos relatos hagiográficos cumplían varias funciones: recuperaban la información sobre figuras ejemplares, eran un instrumento al servicio del clero para difundir sus milagros y propiciar la imitación de sus virtudes, y participaban del proyecto cultural del rey Alfonso X que culminó con la escuela de Traductores de Toledo. Se redactaron las obras del rey, destacando las “Cantigas de Santa María” que recogían milagros marianos de todos y cada uno de los santuarios de la Virgen.

El códice está escrito en letra gótica redonda castellana de estilo caligráfico correspondiente al reinado de Alfonso X, la decoración se realiza a base de pequeñas miniaturas policromadas en las iniciales de las palabras con las que comienza el milagro. En el siglo XVI se realizó una copia del mismo en pergamino y en latín que lo reproduce sin miniaturas añadiendo las visitas pastorales desde 1504 hasta 1595.